El capítulo siete de la novela Rayuela, de Julio Cortázar, tiene 107.000 entradas en Google y la segunda ya se titula 'Qué sería de nosotros sin el capítulo 7 de Rayuela'. El autor de 'El cíclope' se reclama públicamente deudor de este texto, así que resulta obligado partir de ello. Dice: ' Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua'.
Bueno... Literatura bien escrita, lirismo un tanto suelto, nada especial nos parece, nada especial sería si no fuera firmado por un nombre sagrado del boom latinoamericano de los años sesenta. 'El cíclope' es como la cita que lo orienta, una buena comedia para públicos urbanos en la larga y poblada senda que abriera Jasmina Reza hace dos décadas en la europa latina al mismo tiempo que otros lo hacían incluso mejor en el mundo anglo.
A Ignasi Vidal le conocimos en estos mismos escenarios hace tres temporadas como autor de 'Dignidad' (ver nuestra reseña de entonces), un diálogo de buenos y malos con final trágico y pesimista, que mostraba buenas dotes para el oficio de dramaturgo supeditadas a un cierto convencionalismo en temática y enfoque, en aquel caso la corrupción política del nuevo centro-derecha, en el que nos ocupa las idas y venidas de cinco personajes en busca de cariño, de relación íntima, de amistad convivida, que llamándolo continuamente amor lo convierten en utopía inalcanzable. Sólo Amanda sabe de qué va el juego, y por ello gana la partida.
Y es que esto del amor es buscado y rebuscado en el teatro con escasos resultados prácticos para ese público que acude en busca de pistas para encontrarlo. Escuchemos por ejemplo lo que contaba a José Luis Romo en vísperas del estreno la actriz Sara Rivero, que en el papel de la comercial inmobiliaria Paz, hace en nuestra modesta opinión el mejor papel del elenco: 'A estas alturas, debe decirse todo nuevo del amor. Bajo el paradigma romántico, este sentimiento ha muerto. Y está bien así, debe morir para que avancemos como sociedad. Los parámetros del amor que nos dominan pertenecen al siglo XIX, y ¡por Dios, estamos en el XXI! Hay que redefinir el amor. Esta obra no ofrece respuestas, pero arroja luz sobre el callejón sin salida en el que estamos'.
Rivero, que asegura que durante años llevó encima el textito 'cortaziano', hace explícitas las dificultades que muchos de su generación -posiblemente también el autor y director de la obra- tienen ante este tema. Y es que el equívoco concepto de amor romántico proviene de los usos y abusos de un género literario que creo unos cristales deformantes con los que mucha gente ha intentado mirar la vida, pero cuya penetración en la verdadera y real esencia de este sentimiento humano, desde su inicio fue deficiente, fantasiosa, idealista, cursilona. Precisamente por hacer abstracción artificial de sus basamentos, el deseo, el cariño, la empatía, la afinidad y sin duda, la costumbre.
Junto a la citada, tenemos un triángulo formado por antigua novia atractiva-chico casado cansado-esposa curranta y lista que Eva Isanta, Manu Baqueiro y Celia Vioque interpretan en justos y acertados términos, y un quinto personajes, ese veterano y astuto Pedro al que Daniel Freire dota de más pose que realismo, que sería más creíble si fuera menos meloso.
La obra baja de tono un tanto a partir del drama que se desencadena y al repetir encuentro casual de personajes, que debía descubrir la trastienda oculta de quienes nos han sido presentados como buenos y guapos, y puede que sean retorcidos y fantoches.
El ya veterano autor se hace cargo por vez primera de una obra suya y lo hace muy bien, demostrando que el admirado oficio de director no es más que elegir un bien equipo y no estorbar demasiado. La escenografía no puede ser más simple, incluido el espejo de proscenio y los cajones con cosas, pero la presentación original de las ocho escenas le añade personalidad con esa rayuela colectiva en la que el reparto se muestra un poco envarado. Correctísimos iluminación y vestuario, y buena música original que protagoniza largos minutos de la pieza. Una buena producción para una buena comedia bien montada e interpretada. Es nuestro comienzo de temporada, la 2017-2018, y estamos a punto de cumplir las mil reseñas publicadas en una década de gratificante trabajo ¡Qué más se puede pedir!
Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 7
Texto, 7
Dirección, 8
Escenografía, 7
Interpretación, 7
Producción, 8
Documentación para los medios, 6
Programa de mano, 5
Teatros del Canal (Sala Verde)
EL CÍCLOPE Y OTRAS RAREZAS DEL AMOR
Del 25 de agosto al 17 de septiembre
REPARTO
PEDRO: MANU BAQUEIRO
SERGIO: DANIEL FREIRE
MARTA: EVA ISANTA
PAZ: SARA RIVERO
AMANDA: CELIA VIOQUE
TEXTO Y DIRECCIÓN: IGNASI VIDAL
ESCENOGRAFÍA: CURT ALLEN WILMER en colaboración con LETICIA GAÑAN
ILUMINACIÓN: SERGIO GRACIA
MÚSICA: MARC ÁLVAREZ
VESTUARIO: BEA CARBALLO
DISEÑO GRÁFICO: DAVID RUIZ
Una producción de: UNAHORAMENOS PRODUCCIONES, OLYMPIA METROPOLITANA, SA y EMILIA YAGÜE PRODUCCIONES.
Duración: 1h 30min
Jueves y viernes a las 20.30
Sábados a las 19.00 y 21.30
Domingos a las 19.30
Encuentros con el público: 25 y 31 de agosto tras finalizar la función
Precios:
Planta 0
17,62 € - 23,50€
Planta 1
14,62 € - 19,50€
Planta 2
10,12 € - 13,50€.
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