Savanna LaFontaine-Greywind,
una muchacha de 22 años de Fargo (en Dakota del Norte), iba a dar a luz
en un mes. Una fotografía que publicó en Facebook la mostraba
sosteniendo una tarjeta rosa mientras su novio le dabe un beso en la
sien. En la carta aparecía escrito: «Es una niña». Pero el pasado 19 de agosto desapareció.
Fue entonces cuando comenzó una búsqueda que duró ocho días y que acabó de forma trágica: varios piragüistas hallaron su cadáver en un río de Moorhead, que a pesar de estar en el estado de Minnesota se encuentra a pocos kilómetros de Fargo. Su cuerpo, sin bebé dentro, estaba sobre un tronco; envuelto en plástico y cinta adhesiva.
Además, la Policía encontró a una recién nacida días antes en casa de sus vecinos: Brooke Crews, de 38 años, y William Hoehn, de 32. En seguida, las autoridades sospecharon que podía ser la hija de Savanna, ya que la última vez que se la vio con vida se dirigía a esa casa, dos plantas más arriba de la suya, para posar con un vestido que estaba cosiendo Crews. A cambio, le pagarían 20 dólares. Antes de salir de allí, las 13.30 horas (local), la chica pidió una pizza cuando ni siquiera se había llevado la cartera. Todo apunta a que pensaba regresar pronto a casa.
Sin embargo, el tiempo pasaba y Savanna no volvía. Extrañada, su madre, Norberta, subió a la casa de los vecinos, que le aseguraron que su hija ya se había marchado. A las 16.30 denunció la misteriosa desaparición.
Según The Washington Post, más de 30 agentes y unidades caninas rastrearon la zona, sin éxito. También acudieron hasta en tres ocasiones al domicilio de los vecinos sospechosos sin encontrar ni rastro de la madre o del bebé. No obstante, decidieron pasarse por allí una vez más. En esta ocasión, dieron con una recién nacida, que fue trasladada a un hospital de inmediato. Tanto Crews como Hoehn, que se han negado a hacer más declaraciones, reconocieron que se trataba de la hija de Savanna. El jefe de la policía, David Todd, baraja que las otras tres veces que la Policía fue a la casa de los sospechosos el bebé ni siquiera estuviera allí.
Ahora, las autoridades esperan el resultado de las pruebas de ADN que han realizado a la pequeña para certificar que es hija de Savanna. La hipótesis que manejan los investigadores es una abducción fetal: forzar a la embarazada a dar a luz o extraer a la fuerza el feto de la madre.
El novio de Sabanna, Ashton Matheny, también se muestra destrozado: «Todo lo que yo quería en esta vida era a Savanna y a mi bebé. Pero ellos me los han quitado. Mi mundo se ha ido al garete. Ellos me han arrebatado mi mundo». El joven está a la espera de los resultados de la prueba de paternidad que demuestre que la recién nacida encontrada en el apartamento de Crews y Hoehn es su hija.
Fue entonces cuando comenzó una búsqueda que duró ocho días y que acabó de forma trágica: varios piragüistas hallaron su cadáver en un río de Moorhead, que a pesar de estar en el estado de Minnesota se encuentra a pocos kilómetros de Fargo. Su cuerpo, sin bebé dentro, estaba sobre un tronco; envuelto en plástico y cinta adhesiva.
Además, la Policía encontró a una recién nacida días antes en casa de sus vecinos: Brooke Crews, de 38 años, y William Hoehn, de 32. En seguida, las autoridades sospecharon que podía ser la hija de Savanna, ya que la última vez que se la vio con vida se dirigía a esa casa, dos plantas más arriba de la suya, para posar con un vestido que estaba cosiendo Crews. A cambio, le pagarían 20 dólares. Antes de salir de allí, las 13.30 horas (local), la chica pidió una pizza cuando ni siquiera se había llevado la cartera. Todo apunta a que pensaba regresar pronto a casa.
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Según The Washington Post, más de 30 agentes y unidades caninas rastrearon la zona, sin éxito. También acudieron hasta en tres ocasiones al domicilio de los vecinos sospechosos sin encontrar ni rastro de la madre o del bebé. No obstante, decidieron pasarse por allí una vez más. En esta ocasión, dieron con una recién nacida, que fue trasladada a un hospital de inmediato. Tanto Crews como Hoehn, que se han negado a hacer más declaraciones, reconocieron que se trataba de la hija de Savanna. El jefe de la policía, David Todd, baraja que las otras tres veces que la Policía fue a la casa de los sospechosos el bebé ni siquiera estuviera allí.
Ahora, las autoridades esperan el resultado de las pruebas de ADN que han realizado a la pequeña para certificar que es hija de Savanna. La hipótesis que manejan los investigadores es una abducción fetal: forzar a la embarazada a dar a luz o extraer a la fuerza el feto de la madre.
Drama familiar
La madre de la víctima de este extraño suceso, Norberta, explicó al diario local Duluth News Tribune dos días después de la desaparición: «Su coche sigue aparcado delante de casa. Está embarazada de ocho meses. Sus pies están hinchados, así que dudo que se haya marchado caminando. Había una pizza en casa que aún no se ha comido. Ella no se ha marchado del apartamento de la vecina ni ha ido a ninguna parte».El novio de Sabanna, Ashton Matheny, también se muestra destrozado: «Todo lo que yo quería en esta vida era a Savanna y a mi bebé. Pero ellos me los han quitado. Mi mundo se ha ido al garete. Ellos me han arrebatado mi mundo». El joven está a la espera de los resultados de la prueba de paternidad que demuestre que la recién nacida encontrada en el apartamento de Crews y Hoehn es su hija.
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