lunes, 29 de mayo de 2017
La santa compaña y otras suertes de la montaña. En mi caso la santa compaña que me encarcela es mi familia biológica de la que intento escapar. Por si eso fuera poco puedo atar y desatar pero no es buena cosa porque el precio es muy alto de pagar. Gracias a Dios que el atar siempre lo puse en manos de la iglesia. Yo pensando que era verdad lo que decían, que yo no era nadie ni los cielos me bendecían, me dediqué a soltar lo apresado por dañino pensando que esas gentes tenían alma de niño y para mi desgracia ocupé yo los sitios en pozo de esa gente que más que gente eran mafia. Ahora estoy aprendiendo a guardar mis pasos y no inmiscuirse donde no debo. De niña otra niña me decía : que cada palo aguante su vela. - yo no sabía porque ella me decía esto. Esto es lo que le tienes que decir a la santa compaña cuando te la encuentras y te invita a vagar con ella, y rezar, porque sino igual no te libras, y algún vecino usaba la frase para no tener que ayudar a otro que estaba en problemas. Si estáis en esta situación ayudar o iros , pero quedarse es abusar. No vuelvo a desatar la desgracia de otros para que se hunda mi vida.
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