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Al igual que ocurre con el resto de noticias que se emiten en la Televisión Central de Corea (KCTV), las que anuncia esta locutora también son un claro ejemplo de propaganda. De todos modos, hace tiempo que los periodistas que cubren la actualidad de este país aprendieron a prestar especial atención cuando Chun-hee aparece en el plató, y es que la presentadora es la preferida del régimen de Pionyang desde hace más de 40 años.
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En 2012, Chun-hee anunció que se retiraba, pero el 6 de enero de 2016 volvió a la carga para informar sobre la construcción de una bomba de hidrógeno, una reaparición que se ha repetido en varias ocasiones desde entonces. Teniendo esto en cuenta, todo apunta a que la locutora seguirá en activo mientras se mantenga la escalada de tensión entre Piongyang y Washington, aunque resulta imposible adivinar el futuro de cargos públicos en un país como Corea del Norte.
En cuanto a su vida personal, nadie sabe con certeza la edad de Chun-hee, pero se calcula que tiene entre 70 y 80 años. Se trata además de un símbolo dentro de Corea del Norte porque, según asegura la versión del régimen, nació en una familia pobre y fue capaz de estudiar Arte en la Universidad de Teatro y Cine de Pyongyang gracias a las ayudas públicas. Más allá de las mentiras que pueda contener el relato oficial, sí parece probado que Chun-hee tiene cierta habilidad para el teatro, tal y como demuestra cada vez que pasa del llanto a la risa durante los telediarios.
“Cada vez que habla, los telespectadores se emocionan. Cuando da las noticias o comunicados, los enemigos tiemblan de miedo”, aseguraba en 2009 la revista nororeana Chosun sobre la presentadora, calificándola en el artículo de "heroína de los trabajadores". A falta de una nueva estrella en Corea del Norte, parece claro que Chun-hee seguirá siendo la encargada de 'informar' al mundo sobre los avances armamentísticos del régimen.
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