Estos dos contactos tuvieron lugar, según ha confirmado el propio Yassine a EL MUNDO, a lo largo de 2016. «Una de las veces que me preguntaron fue en una reunión y la otra sin que estuviéramos reunidos», precisó, al tiempo que recalcó que nunca advirtieron ninguna conducta irregular en Abdelbaki es Satty ni le dieron especial importancia a la solicitud de los Mossos «porque es lo que normalmente suele hacer la policía».
Estos contactos entre los Mossos y el colectivo islámico a lo largo del pasado año han sido confirmados además a este periódico por varias fuentes de la dirección de la Comisión Islámica en España, que precisan que la respuesta que se le dio a la policía autonómica catalana fue que, en lo que respecta al imam de Ripoll «todo estaba bien y no había ningún problema». Porque insisten en que nunca sospecharon de él y jamás detectaron que lanzase mensajes radicales.
El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Cataluña (UCIDCAT), Mohamed El Ghaidouni, precisa a este diario en tono de reproche que la «colaboración» que prestaron a los Mossos fue total pero censura que «no fue reversible». «En ningún momento nos dijeron que este señor tenía una condena de cuatro años de cárcel -por tráfico de hachís-. Si nos lo llegan a haber dicho nunca lo hubiéramos cogido», enfatiza. «No nos dieron ninguna información a pesar de que tienen bases de datos que nosotros no tenemos», indica.
Ghaidouni agrega que interpretaron la insistencia de los Mossos en el marco de los «protocolos» que se siguen habitualmente. «Tienen un departamento que registra los cambios de imames y nosotros les hemos mantenido siempre informados pero ellos, sin embargo, nunca nos avisaron de que no era la persona adecuada y lo debieron haber hecho». «¡Cómo íbamos a haberle cogido si llegamos a conocer sus antecedentes!».
Tan sólo admite la comunidad islámica que comenzó a ver cosas raras en Abdelbaki cuando «pidió unas vacaciones de tres meses para irse a Marruecos» a finales del pasado año. «Aquello era mentira, se sacó unos billetes para disimular, pero realmente lo que hizo fue irse a Tarragona para prepararlo todo», en referencia a los ataques del pasado 17 de agosto.
«Ahora hemos conocido que los terroristas les decían a sus familias que no iban a casa los fines de semana porque habían encontrado trabajo cuando realmente estaban con Abdelbaki».
La Consejería de Interior catalana ha sostenido hasta el momento que nunca se activó una investigación oficial sobre el imam de Ripoll debido a que sólo habían recibido un requerimiento de información informal por parte de un policía belga que había trabado amistad en un congreso con un mosso.
Según las explicaciones del conseller Joaquim Forn, en enero de 2016 se recibió un correo preguntando por el imam y dos meses más tarde, tras efectuarse una consulta a las bases de datos, se informó a Bélgica de que Abdelbaki es Satty estaba en Ripoll y de que no constaba nada sospechoso.
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